Lebron james lakers camiseta negra

Hasta 1954, 21 años después, camiseta ricky rubio no se produjo nada parecido en la NBA. Smith jugó para cinco equipos en sus 16 años en la NBA, ganando dos campeonatos: en 2016 con Cleveland Cavaliers y en 2020 con Los Angeles Lakers. Es solo cuestión de tiempo que la camiseta firmada de Doncic esté en la colección privada de Vinicius, en la que también falta la de otro madridista ilustre de la NBA, la del pívot de los Sixers Joel Embiid, que no pierde ocasión cada vez que puede para demostrar su madridismo a través de las redes sociales, e incluso poniéndose la camiseta del conjunto blanco para lucirla orgulloso. Vinicius también ha declarado en alguna ocasión que espera jugar tanto tiempo como LeBron, que cumplirá 40 años el 30 de diciembre y disputará su temporada 22 en la NBA. Nació como un homenaje a un jugador gravemente lesionado de la Liga profesional de hockey sobre hielo, la NFL, cuyo caso alcanzó tanto dramatismo en los años 30 que se convirtió en la comidilla de Estados Unidos, un país que buscaba volver a entretenerse con el deporte mientras dejaba atrás las penurias del crack del 29. Fue en 1933, en un partido en el Boston Garden entre los Bruins y los Maple Leafs (Toronto) cuando «ACE» Bailey (Maple Leafs), una de las estrellas de la competición, cayó abatido tras un golpe de un jugador 30 kilos más pesado que él, Eddie Shore (Bruins): conmoción cerebral, derrame y fractura de cráneo.

Al año siguiente los Maple Leafs jugaron un partido a beneficio de ACE junto a las estrellas de la NHL, donde estaba Shore. Vinicius pudo conocer a su héroe en la pasada Navidad, tras presenciar en directo el partido entre los Lakers y los Celtics. Cousy fue elegido en el draft de la NBA de 1950 por Tri-Cities Blackhawks, e inmediatamente traspasado a Chicago Stags, y más tarde elegido por Boston Celtics en un draft en el que se seleccionaban los jugadores que habían quedado libres tras la desaparición de los Stags. Exigente. Si los Celtics dignificaron el concepto de equipo de baloncesto, principalmente en los 60, su gran rival de California representó todo lo contrario: en Hollywood se apostó por un espectáculo de película con actores de Oscar. Mikan, Elgin Baylor (Michael Jordan antes que Michael Jordan), Jerry West (el logo de la competición), Abdul-Jabbar (recordman en puntos hasta no hace nada, en premios de MVP, en presencias en el All Star), Magic, que redefinió el concepto de base y fue cinco veces campeón, Shaq, el pívot más dominante en este siglo, y Kobe, indiscutible en términos de grandeza con sus cinco anillos y sus plusmarcas. Aquel partido fue el germen de los All Star y tuvo como colofón la retirada de la camiseta de Bailey con el número «6».

El número 10 fue utilizado por su sobrino David Clarkson durante la temporada 2008-09. Desde que Clarkson se fue en junio de 2009, el dorsal no ha sido retirado, pero no se ha emitido a ningún jugador posterior. Popular por ser piloto de bombarderos durante la II Guerra Mundial, primer jugador que compitió con una protección ocular, fue campeón en 1955. Un año antes los Nats retiraron su camiseta con el «7». Muchas de las grandes súper estrellas de la NBA han vestido la camiseta púrpura y oro (antes blanca). Todos ellos tienen su camiseta retirada y Bryant por partida doble (8 y 24). A LeBron James, otro mito vestido de amarillo, ya le llegará su turno cuando se retire. La retirada de las camisetas es uno de los ritos más sagrados en el deporte profesional americano, la más alta distinción de una franquicia, la antesala del Hall of Fame. De nuevo, aprovechando una tendencia actual rescatada de finales del siglo pasado que aporta cierta formalidad a una prenda que es de todo menos seria, la camiseta, y más si cabe en el caso de las equipaciones deportivas. Es el caso de la del exjugador Leandro Barbosa, comprensible porque ambos son brasileños.

Los vaqueros, y no cualquier tipo, sino los de estética noventera, rectos y holgados, clásicos en definitiva -nada de skinnys o slim fit, por favor- son su tope. Y también las de Clint Capela, Harrison Barnes y Jayson Richardson, algo más extravagantes estas, pues son jugadores menores en la mejor Liga del mundo. Como el baloncesto es un juego de equipo, en un segundo peldaño de estas escaleras al cielo, aparecen jugadores que ayudaron a los anteriores a reinar. Importante también, dado que suelen ser diseños estampados, coloridos o con publicidad, llevarla como capa exterior o, en su defecto, debajo de una sudadera; que nunca juegue un papel secundario como segunda capa. Ya que se llevan, por lo menos que sea con sentido, debieron pensar Virgil Abloh y Off-White , o el diseñador ruso Gosha Rubchinkskiy , que aprovechando que en el 2018 su país organizó el mundial de fútbol, decidió explorar las posibilidades de las camisetas de fútbol en la moda urbana. Dos caminos claros al respecto, bien aprovechar el boom reciente de la ropa deportiva y combinarlos con joggers, unas deportivas modernas y una riñonera, aunque el riesgo de parecer un cantante de trap esté ahí; o bien la que potencia el aire nostálgico del pasado, de ese que huele al fútbol de toda la vida cuya esencia parece olvidada.